El síndrome de la clase turista es un término usado para referirse a la trombosis venosa profunda, una de las patologías más frecuentes que se produce por no moverse durante un largo periodo de tiempo provocando la posible aparición de coágulos en las extremidades inferiores.
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El nombre se originó en relación al reducido espacio entre los asientos de los aviones de clase turista de la mayoría de las compañías aéreas, y porque generalmente los pasajeros que ocupaban estos asientos eran los que sufrían de este problema circulatorio.
Aunque la causa está en la falta de ejercitación de las piernas y no de la clase en la que se viaje. En el caso del transporte aéreo confluyen varios factores que aumentan la posibilidad de padecer esta trombosis venosa como la disminución de la presión, el sedentarismo y el descenso de humedad (deshidratación).
¿Cómo evitar el síndrome de la clase turista?
Es recomendable poner en práctica las siguientes medidas para prevenir el síndrome de la clase turista.
- Elige los asientos más próximos al pasillo para poder mover las piernas con facilidad.
- Realiza paseos por los pasillos del avión, siempre que sea posible.
- Cuando estés sentado, evita doblar demasiado las piernas o cruzarlas.
- Realiza pequeños ejercicios como contraer los músculos de las piernas y relajarlos.
- Si haces viajes con escalas, aprovecha estos momentos para caminar y activar la circulación.
- Es fundamental que te hidrates.
- Usa medias de compresión elásticas, sobre todo si tienes factores de riesgo.
- Reduce el alcohol y el café, al igual que algunos fármacos que pueden favorecer la aparición de trombos.
- Usa ropa cómoda y flexible, que no dificulte la circulación de la sangre.
- Si tienes riesgo de sufrir trombos, lo mejor es consultar con el médico por si te recomienda usar algún medicamento.
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Factores que aumentan el riesgo
Es poco probable que a una persona sana la falta de movilidad, la deshidratación y el descenso del oxígeno que se producen en un viaje largo en avión le provoquen el síndrome de la clase turista. La probabilidad aumenta en personas con factores de riesgo de trombosis.Y esos factores son:
- La obesidad.
- Traumatismo o una cirugía reciente.
- Personas usando estrógenos: anticonceptivos o tratamiento de cáncer de próstata.
- Padecer alguna enfermedad cardiaca, neurológica o respiratoria
- Antecedentes de trombosis.
- Personas con várices.
- Edad avanzada.
- Mujeres embarazadas.
- Mujeres en etapa de post parto de menos de un mes.
- Pacientes con cáncer, especialmente adenocarcinomas
- Personas con edema crónico de extremidades.
- El tabaco y el alcohol también predisponen a sufrir trombosis.
Hay que tener en cuenta que mientras más largo sea el viaje mayor es el riesgo, especialmente si sobrepasan las 6-8 horas de vuelo.
¿Qué síntomas provoca?
Los síntomas no suelen aparecer durante el vuelo sino en los días siguientes. Los síntomas más comunes son: Hormigueo o adormecimiento de los pies y del tronco inferior en general, hinchazón de pies y piernas, dolor y pesadez en pies y piernas.